Vivimos en sociedad: higiene y desodorantes

El consumidor español apuesta por hábitos de vida saludables en los que se incluye el cuidado personal y la belleza apostando por productos con la mejor relación eficacia-precio.

La importancia del cuidado personal queda patente en el amplio consumo de productos de higiene como geles, champús o higiene dental y la protección de la piel en sentido amplio: desde la hidratación, al cuidado anti-edad, pasando por la protección solar.
Los productos del cuidado de la piel + higiene y cuidado personal cubren más de la mitad del total del consumo que hacen los españoles de productos de perfumería y cosmética, lo que demuestra que los hábitos de vida saludables están muy arraigados en nuestra cultura.

Los antitranspirantes y desodorantes son productos eficaces y seguros. La transpiración es un fenómeno fisiológico imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Aunque el sudor es prácticamente inodoro, los microorganismos de la superficie cutánea provocan su descomposición y son los responsables del mal olor.

La diferencia entre antitranspirantes y desodorantes es que el primero reduce la producción de sudor mientras que el segundo neutraliza el olor gracias a la presencia de sustancias antibacterianas en su composición.

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