La piel, nuestro gran escudo
Mantener una piel sana, además de mejorar nuestro aspecto, nos hace sentir mejor. Y la manera en la que nos cuidamos por dentro también se ve por fuera.
La piel es vital para nuestra salud y bienestar. Es el órgano mayor del cuerpo y, además de actuar como primera línea defensiva del organismo frente a todas las agresiones externas, la piel sana mantiene el equilibrio de líquidos y contribuye a regular la temperatura corporal. El estado de la piel puede ejercer también un impacto significativo sobre nuestra autoestima.
La piel está constituida por tres capas sucesivas: la epidermis la más superficial, la dermis, y la hipodermis las más profundas, cada una de las cuales está formada por varias subcapas.
Nuestra piel está compuesta por tres capas sucesivas:
La exterior,
llamada epidermis
Segunda capa,
llamada dermis
Tercera capa,
grasa subcutánea