La protección solar
¿Qué significa el SPF?
Es el Factor de Protección Solar frente a las quemaduras provocadas por los rayos ultravioleta emitidos por el sol. A mayor factor de protección (SPF alto), más protegida está tu piel de estar expuesta a la radiación solar sin quemarse. Nunca un protector te puede asegurar protección solar completa por lo que, además, hay que usar sombreros, gafas adecuadas y, muy importante, buscar la sombra cuando el sol sea fuerte.
Aplicación correcta del protector solar
Lo más importante del protector solar es que no se nos olvide que, dentro del envase, no protege. Compra el protector y después, ¡úsalo! Y no olvides que debes aplicártelo bien. Como lo más difícil antes era la aplicación correcta, en los últimos años los fabricantes han investigado muchísimo en nuevas formas de aplicación más ligeras y fáciles de usar. Lo mejor es ponérselo 30 minutos antes y siempre en cantidad generosa, imagina una cucharada de producto en cada zona que te quieras proteger y, súper importante, ¡volverlo a aplicar cada 2 horas, sobre todo a los niños! Y muy especialmente tras el baño. El sudor, bañarnos en el mar o la piscina, el contacto con la toalla y la arena o hacer deporte hacen que vayamos perdiendo producto, por lo que es importante reaplicar el fotoprotector para mantener la protección solar en condiciones óptimas.
¿Cómo sé si debo utilizar un SPF alto o bajo?
La utilización de un producto de mayor o menor SPF varía en función del fototipo de cada persona. Conocer nuestra piel y saber a qué grupo pertenece es importante para protegerla. Para clasificarla se analizan dos aspectos fundamentales: el color que tiene en invierno y el que adquiere en verano. Cada tipo de piel requiere unos cuidados y una protección especiales. Y para saber cuál es el nuestro, lo más recomendable es consultar a un especialista.
Normalmente, las pieles más claras necesitan mayor protección, pero también las pieles morenas deben protegerse. Por eso, una persona puede utilizar un SPF 20 sin quemarse y otra necesitar un SPF 50+. Si no sabes qué producto es más adecuado para cada ti, o tienes alguna condición especial, se recomienda consultar con un experto, dermatólogo o farmacéutico. Incluso si eres muy moreno, o si ya estás moreno por el sol, debes seguir usando protección.