Radiografía del sector de la cosmética y la perfumería en España 2021
Como ha puesto de manifiesto la situación de pandemia que nos ha tocado vivir durante los dos últimos años, la evolución del sector de la perfumería y la cosmética fluctúa en gran medida a la par que la actividad social.
En este marco, 2021 ha sido un año de recuperación. Un ejercicio marcado por la capacidad del sector para sobreponerse a un contexto social y económico muy difícil y en el que la mejora en el bienestar del consumidor ha quedado patente dada la correlación entre la evolución de la pandemia y los índices de venta de los productos de perfumería y cosmética. Por eso, tras una caída del mercado del -10% en 2020 (recordemos que la del PIB fue del -11%, lo que deja más constancia
si cabe de la simbiosis entre sector y actividad social), 2021 bien podría rebautizarse como el año de la recuperación.
En este marco, 2021 ha sido un año de recuperación. Un ejercicio marcado por la capacidad del sector para sobreponerse a un contexto social y económico muy difícil y en el que la mejora en el bienestar del consumidor ha quedado patente dada la correlación entre la evolución de la pandemia y los índices de venta de los productos de perfumería y cosmética. Por eso, tras una caída del mercado del -10% en 2020 (recordemos que la del PIB fue del -11%, lo que deja más constancia
si cabe de la simbiosis entre sector y actividad social), 2021 bien podría rebautizarse como el año de la recuperación.
También nos encontramos en el Top 10 mundial de los países exportadores de perfumes y cosméticos. En concreto, somos el segundo exportador mundial de perfumes, solo por detrás de Francia y por delante de Alemania y Estados Unidos. Más concretamente, el sector viene registrando una balanza comercial positiva desde 2006. Hoy, la cosmética española exporta más que sectores tan emblemáticos como el vino, el calzado o el aceite de oliva.
Y los motivos para mirar al futuro con optimismo no terminan ahí. Como industria puntera, la perfumería y la cosmética conforman un sector que evoluciona en paralelo a unos cambios sociales que también lo son de tendencias. Estamos asistiendo, o mejor dicho, lo hemos hecho ya, al nacimiento de un tipo de consumidor que se puede definir como CSS: consciente, solidario y sostenible. Se trata de un tipo de consumidor preocupado por la salud de una forma integral; más atento y cuidadoso con su propio bienestar y con el del planeta.
Y los motivos para mirar al futuro con optimismo no terminan ahí. Como industria puntera, la perfumería y la cosmética conforman un sector que evoluciona en paralelo a unos cambios sociales que también lo son de tendencias. Estamos asistiendo, o mejor dicho, lo hemos hecho ya, al nacimiento de un tipo de consumidor que se puede definir como CSS: consciente, solidario y sostenible. Se trata de un tipo de consumidor preocupado por la salud de una forma integral; más atento y cuidadoso con su propio bienestar y con el del planeta.
