Falsificaciones de perfumes y cosméticos
Compra tus cosméticos en tiendas de confianza y, si tienes dudas sobre su etiquetado o su procedencia, pregunta.
Asesórate también sobre qué producto es mejor para ti.
Y, si compras por internet, asegúrate de que lo haces en webs oficiales.

Los riesgos para la salud de las falsificaciones
- Al utilizar un perfume o un cosmético falso aumentan los riesgos para la salud y desaparecen las garantías. Al comprar falsificaciones, se está renunciando a todos los derechos como consumidor. El producto carece de garantía en caso de defecto o no conformidad del mismo, dejando al consumidor indefenso ante cualquier incidencia.
- Los perfumes y cosméticos que se comercializan ilegalmente carecen de los controles sanitarios y de seguridad, no son probados en laboratorio y no pasan una batería toxicológica antes de ser puestos en el mercado, como sí lo hacen los productos auténticos, pudiendo incluir ciertos ingredientes no autorizados para su uso en cosmética que pueden desencadenar en dermatitis irritativas, alérgicas o reacciones acneiformes.
- Los ingredientes de los perfumes y cosméticos falsificados han producido intoxicaciones por inhalación, irritación ocular, dermatitis, reacciones alérgicas severas, manchas en la piel, fototoxicidad e, incluso, pueden provocar problemas más graves para la salud a largo plazo.
En el caso de los perfumes falsificados contienen en su mayoría agua, hasta un 50%, y etanol industrial o de baja pureza como disolvente. En algunos aparece dietilenglicol, sustancia tóxica cuyo uso está prohibido en cosméticos -excepto en el caso de trazas- y también se detecta la posible presencia de otras sustancias prohibidas. Una pequeña presencia de algunos componentes aromáticos básicos como el geraniol o el citrol enmascaran la fórmula para engañar al consumidor. Los productos falsificados no tienen filtros UV, lo que puede dar lugar a fotodegradación y generar sustancias de riesgo para la salud.

Los perfumes falsificados tienen una composición muy distinta e incluyen disolventes industriales, componentes tóxicos o prohibidos, algo grave en un producto que está durante horas en contacto con nuestra piel.

